Atsui kara hei
O aruite neko ochita
Un gato caminando sobre la tapia
Se ha caído por el calor
La cueva abrió sus puertas al mundo exterior con la nueva luz del amanecer, permitiendo a los primeros cálidos rayos de sol alcanzar las frías y húmedas paredes del camino al inframundo de Hakkiri, la Bruja más poderosa y temida de Hokkaidô, el Camino del Mar del Norte, la isla de aguas calientes, fría, eterna y mágica...
Desde el sur, una brisa calma y extraña arrastraba consigo aromas de Sakura en flor y unos ojos rasgados no humanos observaban con detenimiento las partículas traídas a través del aire.
Una mirada astuta e inteligente, conocedora de otros tiempos, anidaba en el cuerpo físico del animal, en su cabeza, en su pecho, en sus patas, atrapando el alma y el espíritu de Bastet, la cual recibía con estremecimiento los rayos de sol tan familiares y acariciadores...
La diosa se recreó con intenso placer en el nuevo día filtrándose entre las nubes blancas del alba. Recordó la vieja lucha con Sekhmet, su antagónica personalidad y alzó una de sus patas al viento, sintiendo su agradable frescor. Sus largos bigotes arañaban y percibían aromas venidos de lejos, de muy lejanos lugares añorados, de tiempos acaso remotos también en su memoria, tiempos de alegría, buena fortuna y prosperidad.
Ella era Bastet, estaba allí y era la diosa de la suerte...
Su juicio acompañaba a la Majo desde hacía siglos, postergando el sufrimiento que supondría la visión del futuro para los hombres, futuro vedado a ojos humanos, claro como el alba que despuntaba para sus ojos felinos, ojos verdes color Camino del Mar del Norte, enigmáticos y embriagadores. La sabiduría se veía asomándose cauta en sus pupilas, oteando el espacio y absorviendo conocimientos infinitos, haciéndose más grande su comprensión del mundo y del inframundo, de la bondad y la maldad, apreciando quién, de entre los seres vivos existentes en la Tierra, podrían ser merecedores de la buena fortuna que ella poseía.
Maneku erizó el pelo de su lomo y se arqueó al percibir una presencia extraña, Sekhmet habló susurrando en sus oídos, hirviéndole la sangre. De su boca surgió un ronco bufido, en alerta sus felinos sentidos y sus zarpas prestas al ataque. Aspiró el aroma de la brisa y observó cauta y tranquila. Sintió la presencia del hombre aproximándose a la cueva y conoció su espíritu... Masutani llegaba desde la vida oculta, el soldado que ofreció su vida y su alma, venía en busca de consuelo para los suyos, pues él no quería nada para sí, alcanzada ya la gloria con su muerte. Hizo callar la voz de Sekhmet y sacudió la cabeza, librandose de su violenta influencia.
La diosa se alzó sobre sus patas traseras levantando las dos manos, dando la bienvenida, y aguardó la súplica del guerrero. Éste no habló, únicamente se inclinó ante ella y depositó a sus pies sus pertenencias más sagradas, su petición de protección y fortuna para su familia.
La gata recogió las cintas del honor y miró al hombre, prometiéndole que las llevaría al lugar al que pertenecían, devolviendo la paz y la tranquilidad a quienes lloraban por él y otorgándoles una fortuna merecida por el desconsuelo y la fortaleza mostradas.
El espíritu del soldado voló con el viento, dejando caer una flor de Sakura. La diosa la miró, recogió las prendas de honor y coraje y emprendió rauda el camino hacia el bosque, buscando, atrapando en sus sentidos el olor de los descendientes merecedores de la suerte de Masutani.
Encontró en esa mañana, a quien otorgar la dicha y la fortuna de la que era su mágica portadora desde que el Mundo es Mundo...
Como era su deber y como debía suceder...
MANEKI NEKO : Gato de la suerte o gato de la fortuna
HAKKIRI : Decir las cosas con claridad
HOKKAIDÔ : Segunda isla de Japón
SAKURA : Cerezo, flor del cerezo, emblema de Japón
BASTET : Diosa egipcia de la protección del hogar, de la armonía y la felicidad, personificación de los rayos del sol, representada por una mujer con cabeza de gato
SEKHMET : Diosa antagónica de Bastet, simboliza la parte maligna y violenta del sol, representada por una mujer con cabeza de leonaMAJO : Bruja
Nota de la autora: Maneki procede del verbo Maneku, que en japonés significa "invitar a pasar" o "saludar". Neko significa "gato". Juntos significan, literalmente, "gato que invita a entrar". Según la tradición japonesa el mensaje que transmite el gato alzando su pata es: "Entra, por favor, eres bienvenido".
El Maneki se representa con la pata derecha levantada, significa que trae prosperidad y dinero. Con la pata izquierda levantada, significa que atrae visitas. Con ambas patas levantadas, protege al hogar. también existen en diferentes colores según sobre que circunstancia se quiere atraer la buena fortuna (negocios: plata o dorado; amor: rojo; cumplir los sueños: azul; fortuna a los viajeros: tricolor -blanco, negro, naranja- llamado Calico, y muchos otros más).
Se ve frecuentemente en tiendas, restaurantes y otros negocios y en la pata derecha se le coloca una moneda antigua llamada Koban. Lleva un collar con cascabel para ahuyentar los malos espíritus y se elabora en porcelana y cerámica.
Las referencias en el relato a las diosas egipcias Bastet y Sekhmet son debidas a que creo personalmente que religión y creencias diferentes, de pueblos diferentes, están íntimamente relacionadas, y que, en el fondo, todas se refieren a un mismo estado espiritual, emocional e intuitivo del ser humano, que le lleva a creer en las mismas cosas, aunque les pongan nombres distintos. Existen muchas leyendas sobre el Maneki Neko... ésta es la mía.
Relato dedicado a "Miso" (Cuquiño), el gato de Sidel , y a los dos felinos que pasaron por mi vida y la hicieron más feliz, "Gato" y "Kiss", siempre en mi corazón.
Relato especialmente dedicado a Nieves Hidalgo, escritora y amiga, por su cariño y su apoyo. Que Bastet te cuide y proteja siempre.
Este relato es propiedad de su autora y está protegido
sábado, 1 de agosto de 2009
MANEKI NEKO
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8 Hablan los Danna:
Hola!!
Cuando tuve conocimiento de la existencia de este amuleto japonés, inmediatamente pensé en escribir un relato, y no sé por qué me vino a la memoria el gato de mi querida Sidel. A él se lo dedico, es mi deber por ser mi fuente de inspiración. Sidel, dime su nombre para colocarlo en lugar de los puntos suspensivos. Besos!!
Es una historia preciosa, Carolina. No sabía yo que éstos gatos daban buena suerte. Gracias por enseñarme con cada relato, algo nuevo.
Besos
Voy a buscarme uno con la patita derecha levantada y que sea azul.
Besos desde Malaga.
Que bonito! muchas gracias por el detalle! Me ha encantado el dibujo del gatito negro. Y me encanta Bastet, hay una pequeña historia en mi cabeza sobre esa diosa gatuna. Mi gato no tiene un nombre fijo...en su cartilla figura Miso, pero estas semanas le estoy llamando Cuquiño, jajaja. Voy cambiando pero sabe que le llamo por el tono de voz, jajaja. Una compañera tiene un gatito de la suerte en su mesa cuando vuelva de vacas le contare esa maravillosa leyenda que nos has contado. Gracias una vez más por deleitarnos con tus preciosas historias y no me cansare de decirlo; Quiero una novela larga!!!! Besitos guapa!
Por cierto no voy a poder leer el libro del pacto de los lobos todavia, porque ya estaba prestado en la biblioteca...tendre que esperar a la vuelta de las vacaciones... Pero estoy deseando!!!
Uno de los relatos que más me ha gustado, sin lugar a dudas.
Cuando viajé a Egipto, hace ya unos diecisiete años, me traje varios recuerdos, entre ellos una efigie de bastet, la desde entonces ocupa un lugar privilegiado en el mejor lugar de la casa, y que decir tiene que nos protege y guarda de todo mal.
Un relato maravilloso que me ha tocado la fibra sensible porque Egipto es, para mí, un mundo mágico.
Gracias, Carolina, es el mejor regalo que podías hacerme.
Un beso muy fuerte.
Es un placer, gracias a tí por charlar conmigo y por tu cariño. En cuanto pueda pondré la dedicatoria. Besos grandes.
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