O-KAERI NASAI

maikos tadaima -en casa-Coches de ocasionanunciosjuegosTest de VelocidadLetras de cancionesCompra y venta de pisosOfertas de Trabajo

miércoles, 16 de junio de 2010

RAN. Capítulo XXVI. "KAKÔ" 過去. El Retorno del Ayer


Nagaki hi mo
Saezuri taranu
Hibari kana

Crecen los días
Para el canto incansable
De las alondras

Ayer no estaban
Al tiempo han nacido
Setas y margaritas

Kotori




El paisaje daba vueltas a su alrededor y se sentía mareada, pero Hoshi sujetaba fuertemente las riendas y pegaba sus piernas a los flancos de Kamikaze, dejandose llevar por el rumbo instintivo del caballo, que parecía saber hacia donde dirigirse. Había transcurrido mucho tiempo desde que partiera de La Estancia de las Mil Rosas. "Casa de té", pensó, quello no era más que un tugurio apestoso...Taro, como se le ocurriera fijarse en alguna de las mujerzuelas que acudían al local, le sacaría los ojos...a la mujer, que del general ya encontraría ella la manera de...sacudió la cabeza y apartó tan tonto pensamiento, pues Taro le había demostrado mil veces su amor hacia ella. Sujetó aún más fuerte las riendas y otro pensamiento ocupó su mente: "vamos, Kamikaze, vuela, vuela..."

Bara ordenó que se llevaran a Hanako y le dieran una muda de ropa para cambiarse, pero antes miró a la mujer con furia, sin disimulos y luego se dirigió a Takeshi.
-Vamos, cariño, acompáñame. Tú y yo tenemos que hablar de muchas cosas...
Tomó al hombre del brazo y lo empujó hasta las escaleras y el soldado se dejó llevar. Hanako no podía dar crédito a lo que estaba sucediendo. ¡Takeshi se marchaba con aquella mujer!, tranquilo, con la mirada puesta en la mano que sujetaba su brazo, su expresión era seria y en ningún momento la miró. El más negro pesimismo que nació en su corazón hacía tan poco tiempo, volvió a cobrar vida y a crecer con una fuerza que la asustó y destrozó toda esperanza. "Takeshi, no..." aún recordaba el momento en que entregó su corazón al samurái para siempre, murmurando las palabras que hacían su entrega irreversible: paato roku kokoro mo karada mo, soy tuya..."en cuerpo y alma".

Bara condujo a Takeshi hacia sus habitaciones, obligándolo a entrar y cerrando la puerta tras ella. Se aproximó al hombre y le acarició la espalda, lamiéndose los labios. Sí, seguía siendo tan hermoso, pensó la mujer, y quiso tenerlo de nuevo en sus brazos. Se enfrentó a su mirada y le dio un suave beso en la boca, provocador e incitante. Takeshi no respondió, sino que la agarró de los brazos y la apartó con fuerza, mostrando un fuego de indignación en la mirada. que sorprendió a la mujer.
-No sé qué pretendes, Bara, pero seducirme no tiene ningún sentido, ¡ninguno!,-bramó el soldado.
-Amor, supuse que te alegrabas de verme de nuevo.
-En absoluto deseaba este encuentro. Déjame marchar y déjame llevarme a la mujer.
-Querido, ¿a qué vienen tantas prisas?.-Bara frunció la frente.-¿Y quién es esa mujer de la que tanto te preocupas?
-No es nadie, sólo la hermana de Hiroshi, que murió en la última batalla. Yo juré protegerla y cuidarla.
-Ah! Hiroshi murió...qué lástima, tan buen soldado que era, y apuesto.-Bara sonreía.- Pero tú sigues vivo...espléndidamente vivo.
Takeshi se dio la vuelta y la agarró del cuello.
-No sé qué es lo que pretendes mujer. Pero déjame en paz y olvida que un día nos conocimos y...-Takeshi interrumpió sus palabras.
-¿Y que nos amamos?,-continuó Bara.-Tú lo habrás olvidado pero yo no, y si quieres que la mujer que te acompaña continúe a salvo, deberás aceptar mis condiciones.
Takeshi respiraba profundamente intentando mantener el control. Deseaba estrangular con sus propias manos a esa maldita mujer, pero debía pensar en Hanako. Si algo malo le sucediera, jamás podría vivir entonces. Miró a Bara, y acercando su boca a la de ella le susurró:
-Muy bien, arpía, ¿qué es lo quieres de mí?



Hoshi continuaba su camino a lomos de Kamikaze, El pelaje del caballo cambió su color natural negro al blanco del sudor y el esfuerzo. Pero estaban ya muy cerca de su objetivo. La fiel sirvienta distinguió unas luces próximas de un campamento..."Nakamura, debe ser él". Espoleó al caballo con fuerza, pero de nada le sirvió. Kamikaze ya galopaba más veloz que el mismo viento.

Taro aguardaba inquieto, deseando que Hoshi hubiera encontrado el campamento del general Nakamura. Nervioso, empezó a preocuparse por su estrella. Podría entrar, liberar a Takeshi y a Hanako y....no, no podía, era muy arriesgado para un hombre solo. Se sentó encima de una gran roca y se dispuso a esperar a que la diosa fortuna trajera su buena suerte a ese lugar propiedad del diablo.

Hanako quería desaparecer, ese sentimiento no había cambiado, al contrario, se había acentuado aún más con los últimos acontecimientos. ¿Por qué Takeshi la ignoró de aquel modo? No podía entenderlo. Deseaba hablar con él y decirle que, si quería a esa mujer, que se largara con ella y al diablo con todo, con sus sueños de un futuro junto a él, de un mañana de paz y amor...pero las dudas volvían a asaltarla. Si de verdad amaba a esa Bara, no lo habría sentido tan cerca de ella en el lago, tan apasionado. Las apariencias engañan, y quizás ya no sintiera nada por esa mujer. Dudas, dudas...toda la incertidumbre que existía en el mundo, se adueñó de su corazón, al mismo tiempo que una furia incontrolable le nublaba la razón y le daba aún más motivos para escapar.


KAKÔ 過去 : Pasado.

Haiku:
Matsuo Bashô (1644-1694). Traducción de José María Bermejo.
"Ayer no estaban". Mercedes Pérez Collado -Kotori-. El reflejo de Uzume-.

9 Hablan los Danna:

Xibeliuss dijo...

¡Malditas dudas, que siempre aparecen en los momentos más inoportunos! ¡Qué de problemas pueden llegar a crear!
Adelante, adelante.
Un abrazo

Arena dijo...

Jejeje, se complica el asunto para Takeshi, mientras tanto Hanako con el rum rum...esto no va a traer nada bueno.

Hôyô

Carolina dijo...

Xibeliuss, sí, las malditas dudas crean situaciones y malos entendidos, situaciones que pueden aclarse sólo con hablar sobre ellas...pero cuándo? si no tienes oportunidad.
Ay, problemas...
vale! sigo,sigo
Un abrazo
__________

Arena, ciertamente las cosas se complican para Takeshi pero también para Hanako, que sigue el rum rum (de mi corazón...)
Esto trae no lo malo, sino lo peor..
Hôyô!

Belén dijo...

Alaaaaa!!!! Si que han pasado cosaaaasss!!!!! Jopeliiinesss que no tengo tiempo ni para sentarme tranquilamente a leer de buena mañana como hacía antes... bueno, hoy me lo voy a tomar con calma, solo he de preparar unas facturas, ir al Patronat de cultura y transcribir mi reunión con Juan... como diría Undreas... ¡¡minucias...!!

Como dice Arena... ¡¡esto se está poniendo interesante!!!

Nieves Hidalgo dijo...

Ay, por favoooooooor, qué tonta es Hanako. ¿Por qué esos celos? ¿No se da cuenta que su chico está pirradito por ella? Claro que es mosqueante que se lo lleve a su cuarto, pero debería tener más confianza en sí misma.
Baa es una bruja, aunque nome extraña que quiera volver a conquistarlo, porque Takeshi está como un tren.
A ver si Hoshi llega pronto a su destino y se arreglan las cosas.
Ya estoy nerviosa.
Venga, copazo de sake para calmar los nervios.

Besazos

Carolina dijo...

Belén, demasiadas cosas...tan poco tiempo...

Carolina dijo...

Nieves, ¿por qué a las mujeres nos gusta tanto sufrir cuándo no hay motivo para ello? Sí que es tonta, muy tonta, si ella supiera...pero no lo sabe.
Hoshi está llegando, Kamikaze corre más que el viento!
Ay, que me pongo de los nervios!
venga ese copazo de sake (y dos).
Besazos de geisha, muaks!

Sidel dijo...

Pobre Hanako, esa Bara parece estar muy segura de sí misma y Takeshi se ha ido con ella sin más...Pero debe confiar en su sensación del lago...
La foto del principio es preciosa supongo que es esa belleza malvada de Bara...
Esta muy emocionante!!! besotes.

Carolina dijo...

Sidel, que por muchas sensaciones que existan, las mujeres tendemos a creer en lo peor, quizás por nuestra capacidad de supervivencia. Pensar en lo malo nos prepara para afrontarlo y superarlo.
Sí, la foto podría decirse que es Bara...
Besotes.