O-KAERI NASAI

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martes, 9 de junio de 2009

EL TEMPLO DEL DRAGÓN DEL SOL





Tera fukaku
Take kiru oto ya
Yûshigure




En los confines del templo
se oye cortar bambú
lluvia fina en la noche







El temblor se sintió en la montaña, a lo largo del valle de las Tinieblas y penetró profundamente en todos los rincones del país Zensei.
Hinode, el Hijo del Sol, estaba furioso y maldecía a los cuatro vientos, llamando a la destrucción y el caos.
El templo se desmoronaba a cada minuto que la bestia bramaba y escupía el fuego del astro rey, lanzando humo negro y denso, oscuro como el odio que sentía en esos instantes hacia la insensatez de los hombres.

Invocó a los dioses del Imperio para pedir ayuda y así aplacar su enfado, mas no podía dejar de pensar que sólo una desgracia se abatiría sobre aquellos infelices que habían despertado su ira y la del Universo Astral. Las pasiones incontroladas habían llevado al límite la paciencia del dios Sol y su esencia en la Tierra, Hinode, el Dragón, fue llamado a combatir la ignominia de los hombres.

El temblor se hizo más fuerte y la tierra se resquebrajó de norte a sur, engullendo a todo ser vivo, alimentándose de todo cuanto se hallaba en su superficie. Los gritos de súplica de los hombres por una intervención misericordiosa del dios Sol, eran contínuamente desoídos por la brillante divinidad.

La oscuridad empezó a cubrir el cielo, las nubes se apresuraban rápidamente a unirse en una gran masa de niebla fría, prestas a descargar su furia demoledora en forma de lluvia torrencial. Los hombres corrían despavoridos buscando refugio en un intento inútil de proteger sus vidas, cargando entre sus brazos las pocas posesiones que les quedaban intactas.

Todo en vano. Todo estaba ya juzgado y sentenciado.

Un aterrador relámpago iluminó con su haz de luz el horizonte lejano, y del vasto y profundo lago Reisei, surgió la voz y el grito de la desesperación más intensa y conmovedora que jamás se escuchó.
Lamento y llanto confundiéndose con trueno y relámpago, destino final de una raza soberbia y oscura, traidora a su esencia y pavorosamente infiel a sus creencias y a las antiguas tradiciones que les fueron dadas en la noche de los tiempos por los Maestros, los antepasados de un pueblo glorioso que había olvidado lo vivido, el pasado, y se había olvidado de vivir el presente, desdeñando el futuro que aún quedaba por venir.

En mitad del caos, dueño y señor del lugar, entre las formas oscuras del cielo, un potente y cegador rayo de luna creciente empezó a abrir un camino de luz obligando a las nubes a retroceder a su paso. El desafío entre estrellas daba comienzo enfrentándose en duro combate, rayos encontrándose cual choque entre espadas, sin tregua, sin piedad, sin miedos.

La Luna envió a su mensajero a través de la negrura y el dolor reinantes, atravesando las puertas derruídas del Templo, el frío Soldado de la Noche, blanco estelar, montando un caballo alado pálido como la nieve, sobre un camino de hielo y escarcha, guerrero defensor de la Vida, destructor del fuego eterno, aliado de la Tierra...

...Su nombre era Funbetsu, y la Esperanza iba tras él...

ZENSEI : Máxima prosperidad
HINODE : El Amanecer
REISEI : Calma, Serenidad

FUNBETSU : Juicio, Sensatez

Este relato es propiedad de su autora y está protegido

4 Hablan los Danna:

Sidel dijo...

Tiene continuación???? SIIII!!!!
Leerte es un ritual que hago con gran placer, a veces cuando veo que has actualizado espero a estar a solas con mi ordenador, si puedo aguantar... en el silencio de la noche, y leerlo con calma para saborearlo como un buen postre, besitos.

Carolina dijo...

Vaya piropo bonito. Que compares mis relatos con un buen postre me hace pensar que te causan gran placer leerlos. Gracias tesoro, mientras estés ahí habran historias que contar. Besos!

Anselmo dijo...

conmovedor, inteligente, literario, muy literario. Hoy es un día afortunado.

Carolina dijo...

Anselmo:
Me halagas, me cuidas, me mimas, me quieres... ¿qué más puedo pedir?.
Yo soy la afortunada...